TACAS: “las evaluaciones clínicas son contundentes”

Asociación Olavarriense de Hipoterapia

Terapia Asistida con Animales: “las evaluaciones clínicas son contundentes”

Olavarría es pionera en el trabajo de Terapias Asistidas con Animales. El aval científico. El trabajo e investigación en la ciudad. Las luchas internas entre el viejo paradigma de rehabilitación y el aún “discursivo”, que se centra en la dignidad del ser humano.

El impulsor de la especialidad en la ciudad, Dr. Aldo Lauhirat, visualiza que pese los reconocimientos, aún falta mucho camino por recorrer hasta llegar a instalar una nueva visión, donde las personas son ante todo sujeto de derechos.

Para entender la dimensión que tiene la Asociación Olavarriense de Hipoterapia bastará decir que los profesionales locales que la dirigen, imparten docencia en la Universidad Autónoma en Barcelona.

Olavarría cuenta desde hace 25 años con profesionales especializados en Terapias Asistidas con Animales. Reconocimientos a nivel nacional y palabra académica respetada en Europa, son algunos de los fundamentos de porqué en el centro de la provincia de Buenos Aires se habla de “ejemplo” en la materia.

Las TAA conforman un proceso con una secuencia terapéutica, arrancando con una evaluación médica, pasando por el desarrollo y evolución, hasta lograr los objetivos íntimamente relacionados con las particularidades de cada individuo.

En la ciudad, “el comienzo de la actividad registra antecedentes en el Club Estudiantes, en la sección Equitación hace unos veinticinco años” mientras que “la personería jurídica como Asociación Olavarriense de Hipoterapia” llegó tiempo después, explicó Lauhirat.

Al predio de calle Ituzaingó y Frontera Sur llegan pacientes que van “desde 3 años en adelante, sujeta a un examen médico previo” que presentan “discapacidades motoras, cognitivas y conductuales”.

Consultado sobre si las TACAS está incorporadas como una herramienta de intervención, el profesional explicó que “en los grupos que asisten sí, a fuerza de difusión y charlas, sean instituciones o particulares. A nivel comunidad creo que se ha avanzado bastante pero hay un largo camino que recorrer”.

Prosiguió diciendo que “las autoridades no han podido a pesar que lo pregonan, salir del viejo paradigma rehabilitador, para abordar el nuevo paradigma que es el abarcar al sujeto discapacitado en un contexto más globalizado bio-psico-social”.

Respecto de Olavarría opinó: “en nuestro medio tiene dificultades de penetración en la esfera oficial, sea municipal y Escuela de Salud. A pesar de los reconocimientos, estamos en una suerte de cuello de botella. Creo que son procesos casi lógicos en algo nuevo donde los evaluadores no conocen el tema en profundidad y tiene tendencia al pensamiento mágico y no al científico en esta materia. Lo que no se mide y se pesa en nuestra cultura occidental tiene dificultades de penetración”.

“Las evaluaciones clínicas, medicina basada en la evidencia son contundentes pero hay que disponerse a verlas, y parece no ser prioridad. En otros países nos usan de ejemplo en la materia”.

Este tipo de terapias nacieron allá por 1872 en Inglaterra, aunque tres años más tarde un neurólogo francés descubrió que el caballo en acción mejoraba el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular.

Al respecto, Lauhirat detalló que “los beneficios de este tipo de terapias, son particulares a cada patología”. En caso de trastornos motores está comprobado que “mejora el control motor desde lo tónico postural estimulación neurofisiológica, ayudado por las ciencias del movimiento (kinesis) que facilita el caballo pero administrada por un profesional de la salud capacitado en el tema; lo cognitivo, por medio de la psicomotricidad y la educación especial desarrollada en un espacio lúdico diferente y lo conductual, con movimiento sedación tono muscular normal y terapeuta abordando la patología específica”.

En este punto explicó que “la mayoría de los centros que dicen hacer terapia, hacen actividades asistidas con animales (AACA), que no es lo mismo que terapia asistida con animales”.

Las primeras (AACAS) hacen referencia a actividades lúdicas que pueden llegar a poseer un significado relacionado con la salud y sentimientos entre sujeto-animal, más que con rehabilitación.

Las segundas, (TACAS) son intervenciones dirigidas y planificadas por un profesional con un objetivo específico como parte integral de un proceso de rehabilitación.

Lo distintivo es que la Asociación Olavarriense es un centro de referencia a nivel nacional e internacional y motivo de orgullo. “La diferencia fundamental está en la dirección de la práctica y la documentación de la misma. Uno puede tener todo el marco teórico aprendido y repetirlo, a la hora de la evidencia clínica, el trabajo de la Asociación su documentación es difícil de encontrar, con una importante experiencia internacional en centros de referencia. Un extenso currículum que acredita y categoriza la labor. El haber rendido a través de presentaciones nacionales como Congresos de Neurociencia en Academia Nacional de Medicina, entre otros.

El último reconocimiento llegó a mediados de 2015 de parte del Consejo Provincial de Discapacidad, en el marco del III Congreso Internacional sobre Discapacidad, No Discriminación e Inclusión realizado en Mar del Plata.

En otros países

“En Europa la actividad es más fuerte, con contextos distintos como corresponde a la vida de cada comunidad. Donde tenemos más contacto es con España donde hoy en día no hay institución que aborde el tratamiento de la discapacidad que no intente desarrollar desde este abordaje”, aclaró el profesional.

“Así la Universidad Autónoma de Barcelona por intermedio del Colegio Universitario Gimbernat dicta un máster para profesionales en una inversión a futuro, donde tenemos la suerte de que nos convoquen como docentes. En Italia, la Universidad de Milán donde trabaja la Dra. Citterio y donde nos formamos. El modelo EEUU, Canadá difiere de nuestro contexto más que el Europeo pero los principios básicos los fundamentos científicos en el abordaje del sujeto y su patología no difiere”.

Paradigma aún “discursivo”

Estándares internacionales batallan a diario contra el paradigma tradicional respecto de las personas con discapacidad. Una visión ya anticuada de la rehabilitación y la prescindencia. Un aprendizaje cultural que invita a dejar atrás la indiferencia o la mirada parcial catalogando a una persona desde sus limitaciones y no desde la autonomía.

“El nuevo paradigma según mi opinión todavía es discursivo, más allá del esfuerzo que realizan algunos entes provinciales como COPRODIS, algunas universidades, en la práctica se llevan adelante luchas internas entre el marco postulados y la discapacidad que en general tiene dueños entre los que se han formado en el viejo paradigma, dueños de las estructuras gobernantes y los que luchan por el cambio. Son procesos muy lentos, sin verdades absolutas” argumentó el especialista.

Para comunicarse con el equipo profesional pueden hacerlo en el mismo predio en Olavarría o enviando un correo electrónico a hipoterapiaolavarria@gmail.com