Preocupación por el “empobrecimiento progresivo” de las personas mayores
Bajo el título “Las personas mayores tienen algo para decir”, el Colectivo Gerontológico manifiesta su preocupación por la pauperización progresiva basada en datos cuantitativos y trabajo con esta franja poblacional.
La organización de la sociedad civil de Asistencia, Docencia e Investigación en Salud y Comunicación (Adisac) difundió un posicionamiento ético-político con perspectiva de envejecimiento donde se manifiesta la preocupación por el empobrecimiento de las personas mayores.
El comunicado completo
Las últimas actualizaciones de haberes, bajo la forma de aumentos retroactivos y bonos no remunerativos, evidencian una situación desfavorable hacia las personas mayores que cobran jubilaciones nacionales mínimas otorgadas a través de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES).
La inflación impacta directamente en las jubilaciones mínimas, y ocasiona una brecha cada vez mayor si se compara con el salario mínimo vital y móvil establecido por el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, y con la canasta básica de los jubilados estimada por la Defensoría del Pueblo de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires.
El gráfico elaborado por el Licenciado Pedro Orden, Presidente del Colegio de Sociólogos de la Provincia de Buenos Aires, rápidamente pone de manifiesto la evolución comparativa de los valores correspondientes a los tres índices mencionados, durante el período mayo-2010 y abril-2022.
En ese período se desacoplan por su incremento diferencial, de modo especial, los valores de la canasta básica de los jubilados con respecto a los otros dos índices, que también se registra entre los valores del salario mínimo, vital y móvil y el de los haberes de jubilación mínima.
Las personas jubiladas en esta última condición representan más del 50% del total de haberes previsionales cubiertos por ANSES; por lo que asistimos a un empobrecimiento progresivo de este sector poblacional.
En base a ello corresponde a las y los profesionales de la Gerontología manifestar su preocupación tanto por los resultados como por sus probables impactos, ya que esta situación inevitablemente influye negativamente en la calidad e incluso expectativas de vida del colectivo de las personas mayores.
La influencia que tienen los determinantes sociales en la salud definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y expresados a través de la situación socioambiental, los estilos de vida y la oferta de servicios sociosanitarios dirigido a este grupo etario, resulta absolutamente reconocida.
Estos y otros innumerables factores son alcanzados de forma directa o indirecta, por la pauperización progresiva analizada.
Por otra parte, hemos venido informando sobre el incremento múltiples formas de Edadismo y de discriminación reportadas durante el período más agudo de la pandemia del Sars-CoV-2 (coronavirus).
Este hecho ha agregado su peso a una situación, a nuestro entender, preexistente y agravada en este momento, a la que podemos calificar como un auténtico tsunami social y etario.
Queremos aportar otros elementos interpretativos que puedan colaborar más que describir, con el objetivo de comenzar a transformar esta verdadera tragedia que atraviesan las personas mayores, en nuestro país.
Desde una perspectiva genealógica de los procesos analizados, entendemos que la economía no funciona por leyes autonomizadas de los colectivos de sujetos. Nuestra sociedad promueve una cultura edadista que se filtra en la capilaridad de las relaciones de poder, en los vínculos y hasta en los discursos cotidianos.
Se han venido desarrollando verdaderas tecnologías sociales para moldear sujetos y prácticas, orientadas a desvalorizar, secundarizar e impugnar a las personas viejas en la comunidad.
Lo peor del caso es que la gran mayoría de los grupos, incluyendo a las personas mayores, presta su anuencia y acatamiento a dicha práctica de adiestramiento, con sensibilidad y especificidad para rechazar a este colectivo. La empatía social con el edadismo y los microedadismos es enorme y con ello colabora la crisis económica que atraviesa nuestro tejido social.
Venimos a decir que los análisis y las soluciones economicistas son insuficientes para intervenir en este grave problema que estamos viviendo. Toca al total de la sociedad replantear los criterios, las perspectivas y los puntos de vista, en base a los cuales, se procuran pensar los problemas del colectivo y sus soluciones.
No nos conforma la propuesta de una mera redistribución de recursos de la Seguridad Social, repitiendo un museo de grandes novedades. Como sociedad nos corresponde asumir, en todos sus rincones, una auténtica perspectiva de envejecimiento con una participación protagónica de las personas mayores.
Nuestro posicionamiento ético-político propone visibilizar el empobrecimiento progresivo de las personas mayores desde la convergencia de distintas miradas, disciplinas y saberes de múltiples actores sociales.
Para más información, los interesados pueden acceder a través de las redes sociales de Colectivo Gerontológico https://www.instagram.com/ADISAC.ar y https://www.facebook.com/ColectivoGerontologico
(Texto: Adisac / Foto: @ColectivoGerontologico)