Fundación Pilares
Una entidad que apuesta fuerte al desarrollo integral en la Villa 21-24
Magdalena García Pena es la Responsable de Comunicación y Voluntariado de Fundación Pilares y la encargada de dar a conocer el trabajo que realizan desde 2008 “cuando un grupo de jóvenes con fuertes inquietudes sociales empezó a trabajar en la Villa 21-24 de Barracas”.
La entidad nace de un grupo de personas “que empezó a ir un día el fin de semana y empezó a crecer y funcionar a partir de necesidades concretas que tenían las familias ahí. Muchas de nuestras líneas de acción nacen de un diagnóstico previo, una evaluación”.
Como su nombre lo indica y con la única meta de promover un desarrollo integral de los vecinos, es que trabajan en cinco pilares fundamentales: educación, salud, trabajo, previsión y vivienda. “En Pilares creemos que el compromiso con la comunidad debe ser un trabajo en equipo, donde participen diversos actores sociales”, comienza diciendo la entrevistada.
A modo de enumeración es que explica la dinámica de la labor y la evolución de todos los espacios. “Distintos aspectos de la vida que son importantes para el desarrollo de la persona”.
Programa Educativo
El Programa Educativo está compuesto por “cien chicos de escuela primaria que por la mañana reciben apoyo escolar con tutores y voluntarios que los acompañan en sus tareas escolares. Los chicos vienen cuatro veces por semana por la mañana”.
Este programa nace para sostener e impulsar el desarrollo integral de los chicos de la villa 21-24, con un especial énfasis en sus procesos escolares y en su mundo afectivo. Además del apoyo escolar, el programa cuenta con talleres de literatura, arte, teatro e inglés. Además, una psicopedagoga desarrolla el contacto con las familias de los chicos y con otras instituciones escolares del barrio.
Centro CONIN Barracas
El Centro CONIN (Cooperadora de la Nutrición Infantil) Barracas es un espacio para trabajar en la prevención de la desnutrición infantil y promoción del desarrollo integral desde la gestación hasta la primera infancia. Allí asisten 90 niños de 0 a 5 años y 80 madres y mujeres embarazadas.
Las madres concurren con sus hijos una vez por semana, participando tanto de espacios grupales como de consultorio. “Las mamás participan de talleres de cocina y charlas educativas de salud mientras los chicos se quedan en la ludoteca junto a la ludotecaria y los voluntarios realizando juegos que favorecen la estimulación temprana”.
En los consultorios reciben regularmente atención nutricional, pediátrica y de estimulación temprana, mientras las madres son acompañadas por una trabajadora social.
Centro de Primera Infancia “Pilarcitos”
“Este año inauguramos el Centro de Primera Infancia (CPI) “Pilarcitos” al que asisten 75 chicos de 1 a 3 años en jornadas de ocho horas, de 8 a 16 horas. Es una oportunidad para que los padres puedan salir a trabajar”.
“El CPI surgió porque detectamos que el 95% de las 80 mamás que asistían al Centro CONIN Barracas estaban desempleadas y la razón que compartían es que no tenían con quien dejar a sus hijos menores de 4 años, cuando la escolarización pública no es obligatoria. A partir de ese dato concreto es que decidimos abrir un programa que fortaleciera el crecimiento y desarrollo saludable de 75 niños y niñas y además les permitiera a sus padres incorporarse al mundo laboral”.
“Las trabajadoras sociales del CPI acompañan a los padres en la preparación del CV y los asesoran en los procesos de búsqueda laboral”.
Es por eso que se destaca la inauguración del centro dedicado a los más pequeños, posibilitando que sus mamás o cuidadoras, puedan dedicar parte de su tiempo a intentar ingresar al mercado laboral.
Programa de Fortalecimiento Comunitario
Este programa es un espacio para la formación, recreación y acompañamiento de niños y adolescentes del barrio. “Surgió en 2008, cuando un grupo de jóvenes con inquietudes sociales se acercó a la Parroquia Caacupé para ofrecer su ayuda. El Padre Pepe Di Paola, entonces párroco, les propuso realizar actividades recreativas y educativas en la Capilla Medalla Milagrosa para los chicos del barrio”. Hoy hay más de 10 voluntarios que todos los jueves y sábados recibe a 30 chicos en la capilla y realizan actividades recreativas, apoyo escolar, catequesis y talleres artísticos”.
Realidades
“Es un trabajo paso a paso”, dice Magdalena. Son realidades muy difíciles de transformar. Para empezar una persona que vive en la Villa es muy estigmatizada. Hay muchos prejuicios y lo que vemos es que además de un acompañamiento desde una ONG, hay necesidades básicas como el acceso a los servicios públicos que la gente no tiene, o mismo un domicilio. La falta de documento inhabilita a muchas personas a conseguir trabajo en blanco, hacer un trámite”, son algunas de las barreras a las que se enfrentan los vecinos del lugar.
El papel de las organizaciones
Al finalizar, Magdalena dedicó una parte de la entrevista a destacar el papel de las entidades del Tercer Sector. “Por suerte hay mucha gente que quiere ayudar y que está comprometida con la realidad y cree que entre todos se puede mejorar”.
Cómo colaborar
Hay muchas formas de respaldar la tarea de Pilares. Mediante donaciones de padrinos particulares, de empresas, a través de alianzas corporativas o el aporte de personas “que suman su tiempo a otras que los necesitan”. En este punto, existen al menos tres modalidades: Voluntario local, universitario e internacional.
Para conocer más, los interesados podrán ingresar a www.pilares.org.ar