Asociación Civil Ankoku – Mujeres con hijos a cargo
Madres con hijos, la difícil tarea cultural de cumplir “ambos roles”
Sólo quien ha pasado por la instancia de formar pareja, tener hijos y separarse o alejarse del padre biológico de aquellos, sea cual fuera la circunstancia o motivo, conoce la situación de lo que se habla.
Es ahí cuando la sociedad, con toda su matriz cultural encima, afirma que la mujer pasa a ocupar ambos roles, aún cuando el mundo ha ido avanzando en su intento por distribuir de manera más equitativas, las tareas de cuidado.
De encontrarse en un momento de la vida con pequeños (o grandes) que son única responsabilidad de la madre, sea por muerte, negligencia, falta de compromiso o desamor, de quien fuera la pareja. Y aunque el curso de una relación post duelo sea cordial, dentro de las cuatro paredes, la madre es la heroína o villana.
Es la mejor y la peor, antes los ojos de los hijos. Es quien permite y quien prohíbe. La buena onda o la mala onda. La compinche o la enemiga. Eso sí, siempre ante la mirada ajena, es la responsable de todo: de los aciertos y los errores. A veces eso está bueno. Porque son eso: aprendizajes y no hay que escaparles. Algunas tienen herramientas para afrontarlos. Otras no.
Es por eso que la Asociación Civil Ankoku – Mujeres con hijos a cargo, tiene a cargo la difícil misión de transformar una realidad de abandono y sufrimiento, en paz, para las mujeres y para los hijos.
Desde la organización “consideramos que la tarea de criar sin el acompañamiento del padre biológico, no sólo es difícil, sino también dolorosa”, reza la presentación del sitio web asocankoku.wixsite.com/ankoku.
Ankoku, es un término japonés que significa “país tranquilo o pacificar la tierra”. Por ello, este grupo de mujeres incansables busca “fortalecer los hogares monoparentales a cargo de mujeres para lograr hijos sanos y felices en todos los aspectos” sin perder de vista que es necesario cambiar la forma en que miramos estas situaciones y “lograr un cambio cultural donde ambas partes sean igualmente responsables, motivadas por el amor a sus hijos”.
Las labores se llevan adelante en pos de la igualdad, el respeto hacia el otro, la solidaridad, la empatía, el valor y la perseverancia, para contener a las mujeres jefas de hogar en todos los aspectos posibles. Casa sábado, de 18 a 20, los grupos de encuentro, logran confluir en un mismo espacio para coordinar las acciones a seguir.
El trabajo y los proyectos
El trabajo de Ankoku se divide en varias áreas. Una de ellas es la relacionada a la salud mental, donde se forman grupos de contención que son coordinados por psicólogas sociales. De este punto se desprenden a su vez la realización de terapias individuales y familiares y labores de psicopedagogía que contempla asistencia a niños, niñas y adolescentes.
Otro de los puntos fundamentales es la de asistencia social donde profesionales comprometidas con la problemática de género son quienes relevan las formas de cubrir las necesidades de las familias.
Cuando una mujer queda sola con sus hijos a cargo, la inserción laboral se complejiza aún más, dado que en algunos lugares son resistentes a aceptar este tipo de situaciones familiares o directamente porque las mujeres nunca han accedido a un trabajo y ahora se ven ante la imperiosa necesidad de hacerlo.
Es aquí que esta asociación civil brinda algo básico, como lo son las capacitaciones para la formación de microemprenrendimientos, asesoramiento e información sobre búsquedas de trabajo formal y la utilización de Libre Office.
También otorgan ayuda en aspectos legales de familia, tenencia y alimentos y continúan en la búsqueda de recursos para brindar patrocinio gratuito a las mujeres que lo necesitan y aquellas que son víctimas de violencia.
Otro de los dramas a los que se enfrentan estas mujeres es la falta de un lugar físico donde hospedarse. Para ello Ankoku planea construir un refugio para madre con hijos víctimas de violencia donde pueda incluirse a una decena de familias, en unidades funcionales. Allí se les daría contención, alimentos y salud, para que una vez fortalecidas puedan reorganizar su vida.
Finalmente el “proyecto cuidar el futuro” busca crear filiales por todo el país, para lograr impactar socialmente en un cambio cultural donde deje de naturalizarse a la mujer como única responsable de criar hijos sanos en todos los aspectos.
Cómo colaborar
Existen tres posibilidades para respaldar a la asociación civil. Una de ellas es si viviste la experiencia como madre, hijo/a o te interesa la problemática y estás dispuesto/a a asumir un compromiso, podés ofrecerte como voluntario/a con cuatro horas semanales.
Si sos estudiante algo que pueda ayudar a Ankoku, podés practicar en la institución, ya que no sólo vas a enriquecer tus conocimientos, sino también tu vida.
Por último son necesarios profesionales, por ejemplo, abogados/as comprometidos con derechos humanos dispuestos a patrocinar familias de bajos recursos en Buenos Aires. O psicólogos/as, psicopedagogas/os, pediatras, médico/a clínico/a, dentista, fonoaudiólogo/a y docentes.
Qué se necesita
Para la construcción del refugio hacen falta materiales de construcción, sanitarios, amoblamientos de cocina, mesas, sillas, vidrios, premoldeadas de 3 ambientes, rejas, pintura, servicios de plomería, gas, electricidad y albañilería.
Mientras que los elementos necesarios para funcionar son útiles escolares de nivel primario y secundario, además d ejuguetes, juegos y alimentos. Finalmente, artículos de librería, resmas cartuchos para impresora y un pizarrón lavable.
Si querés saber, más puedes acercarte a Milán 1863 en Haedo, Morón, llamar al (011) 1536376778, ingresar al sitio web http://asocankoku.wixsite.com/ankoku , escribir al correo electrónico asoc.ankoku@gmail.com o comunicarse en redes sociales. Próximamente Ankoku llevará sus servicios a San Miguel.