Infancia violentada: “en todos los estratos, de todas formas”

#LaVozDeLxsChicxs

Infancia violentada: “en todos los estratos, de todas formas”

“Los chicos queremos jugar tranquilos, sin hambre, sin miedo, sin dolor y sin violencia. Jugar es nuestro derecho”. Así suena la voz de lxs más pequeños que participaron entusiasmadxs en el armado de un spot radial donde son lxs protagonistas exclusivos.

Porque el cambio de mirada del mundo aboga porque los Niñas, Niños y Adolescentes, tengan el derecho que su voz se escuche activamente. Que sus opiniones y puntos de vista sean tomados en cuenta, más aún cuando se trate de decisiones los afectan directamente.

“Por los niños y niñas se hace poco, todavía queda mucho por recorrer. Habría que escuchar la voz de lxs chicxs”, dice Sonia Almada. Psicoanalista, escritora, investigadora en Infancia y Adolescencia y fundadora del Centro de Asistencia, Investigación y Formación en Psicoanálisis con Perspectiva en Derechos Humanos “Aralma”, ubicado en Villa Urquiza, en ciudad de Buenos Aires. “No es un problema menor, es un problema de salud pública. Nuestra sociedad es muy violenta hacia la infancia”.

Su amplia trayectoria le autoriza a decir que todos lxs chicxs quieren y tienen derecho al buen trato. “Lxs niñxs en situación de violencia no pueden jugar o juegan a escondidas esperando aterrados que entre el adulto que lx maltrata o abusa”.

Es por eso que el maltrato sufrido en la infancia tiene consecuencias a veces irreparables sino son tratadas, no visibles a simple vista “El/la que ha sufrido el miedo sabe de qué se trata, queda pegado en la piel, te deja en alerta constante”.

“La mayoría de los adultos que violentan a lxs niñxs, repiten algo de su historia. Generan el miedo que le generaron a ellxs, Freud decía hacer activo lo sufrido pasivamente”.

Los expertos apelan al concepto que “la disciplina violenta” está definida como “las acciones de un progenitor o cuidador que buscan producir dolor físico o sufrimiento emocional al niño o niña, con el objeto de corregir una conducta y servir de elemento disuasivo”. (Unicef)

“Humillaciones, palizas y golpes, cachetadas, abuso sexual, vejaciones, gritos, negligencia, desamor, falta de cuidados y manipulaciones, son algunas de las prácticas habituales hacia con la niñez que asistimos cotidianamente”.

“Tengo un centro de salud mental hace muchos años donde asistimos a diferentes tipos de pacientes. Hace tiempo nos vienen llegando una gran cantidad de pacientes adultos que sufrieron maltratos en la infancia o niñxs que están sufriendo al momento de la consulta”, comenzó diciendo la profesional. Recibimos diariamente gran cantidad de niños y niñas abusados sexualmente, adolescentes lastimados y adultos tratando de olvidar una infancia de mucha violencia”.

La problemática comenzó a llamar la atención de Almada, hace al menos dos décadas. Allí y en oportunidad de trabajar en el Hospital Durán, se hacían visibles las violencias “en el sector público, es muy visible por la inequidad, la discriminación, la falta de oportunidades”.

Dentro de Aralma y en los dos Hospitales donde se dictan las concurrencias clínicas de la institución, “los graduados en Psicología de la Universidad de Buenos Aires y de Universidades Privadas, asisten a este flagelo cotidianamente y no hay diferencia con los contenidos en los casos atendidos, en lo público o en la asistencia privada, en la mayoría de los casos las personas han padecido violencias. La crianza por generaciones enteras estuvo sostenida desde parámetros de hostilidad y agresión”.

En todos lados

La violencia hacia la infancia “llega a todos los estratos sociales, está en todos lados y de todas formas”, dice la entrevistada. Pensar que este tipo de prácticas se ubican sólo en determinados núcleos familiares que están asociados a menores recursos económicos, es querer ver la realidad con el lente que mejor nos sienta.

La violencia “está menos velada en la población más vulnerable, donde las personas relatan con menos prurito como le pega a su hijo/a por la naturalización de los malos tratos y en las clases más acomodadas, por el fácil acceso al conocimiento, el relato está más escondido. Se sabe que eso está mal, que no se puede hacer, y por ello se trata de disimular y de esconder. Finalmente los pacientes cuentan igual, la verdad siempre emerge”.

En este punto, Sonia terminó por comprender que si bien “desde el psicoanálisis siempre se piensa que es muy difícil pensar en hacer prevención” ella se despega de la afirmación y camina en sentido contrario. “Yo no creo eso, se puede hacer y mucho. No desde un lugar de caridad, pero si desde el lugar de la no – naturalización de las violencias hacia la infancia”.

Dar vuelta la hoja comprendía “pensar en la posibilidad de hacer visible lo que es más invisible”. Es decir, en los sectores más desventajados existe “la prostitución, la trata de personas, el/la pibe/a que trabaja en el yerbatal, en la zafra. Todo el mundo lx conoce. Algunxs se harán los tontos”.

“Pero no se conocen las violencias más cotidianas, las de la clase media y alta. Esxs pibxs son también invisibles. El niño/niña humillado por el padre exigente, para que gane todos los partidos, la niña que deber ser una reina de belleza, el niño abandonado ante la tablet porque a los papás no les interesa, el adolescente que se corta los brazos para llamarles la atención, también son personas atravesadas por las violencias invisibles, la joven obligada a abortar, golpes, flagelos y abusos no discriminan por clase social. La violencia atraviesa a toda la sociedad, porque esta naturalizada como método de crianza”.

La deconstrucción del pensamiento crítico que hace Almada, nos invita a pensar que las discriminaciones y las inequidades a las que son sometidos algunxs niñxs, al menos en este tema, son recíprocas.

La respuesta no se hace esperar. “Lo discriminatorio de la televisión y los medios de comunicación que cuando hablan de infancia vulnerada te muestran gente pobre. Es aterrador. Nosotros lo vemos y vemos gente de renombre, y son tremenda las cosas que le hacen padecer a los hijo/as”. Lxs niñxs que nacen en comunidades y familias más acomodadas, también son vulneradxs en sus derechos.

Es por eso que a través de distintas acciones, todo el equipo de especialistas tiende a “visibilizar que la infancia está vulnerada desde siempre, del Medioevo a la actualidad, el niño/a ha sido pensado como un objeto para usar. Nuestra campaña intenta poner sobre la mesa esta realidad”.

La pregunta inicial era “cómo hacer para mostrar esta realidad que viven miles y miles de niños/as en silencio y soledad, que la comunidad se animara a abrir los ojos”, para que en caso de existir “un/a niño/a al que no se lo puede cuidar porque los adultos a cargo no tienen la posibilidad o se encuentran en situaciones que no lo permiten, haya una red de contención, cuidado y alojo. Que todos estemos atentos para cuidar a tu hijo/a, al mío y a los nuestros, y eso es compromiso y prevención”.

Sonia fue dura y clara a la vez. “Si vos nacés en una casa donde no te desean y te maltratan, eso no va a cambiar mucho pero si tenés un vecino, alguien que pueda mirarte, un abuelo que te salva, te da una chance, te cobija, tenés otra vida”.


Investigación de Aralma

El estudio llevado adelante por el Centro Aralma se extendió desde marzo 2014 a mayo 2015 a lo largo de todo el país e incluyó la toma de 2603 casos. A través de un cuestionario con 99 preguntas, se buscaba analizar “las creencias que tienen los padres de niños y niñas pequeñas, acerca de la expectativas de desarrollo para su hijx, la disciplina y las pautas de crianza”.

Una de las conclusiones más relevantes fue que “un porcentaje importante de padres y madres no tienen espacio y tiempo para sus hijos”. De la lectura global de la investigación quedó comprobado que los padres y madres encuestadxs “esperan que lxs niñxs pequeñxs atraviesen rápidamente esa etapa, por ello vemos cada vez más pequeñxs adultizadxs”.

Además la encuesta mostró “una fuerte incongruencia interna entre responsables que dicen una cosa y hacen otra”. Por un lado se les aplica métodos de disciplina violentos y por el otro, “no se marcan pautas de disciplina, con lo cual el/la niño/a es libre de hacer cualquier cosa, en nombre de la libertad”.

En otro de los aspectos, puede observarse la cantidad de niñxs que realizan múltiples acciones. “A más actividades del hijx por fuera del hogar, más percepción positiva del estilo de crianza: ‘si lx llevamos a todos lados’ y ‘hace de todo’”.

“Los padres y las madres confunden la sobreadaptación de un niñx porque debe sobrevivir, la prematurez dañina con independencia y autonomía y esto deja a lxs niñxs violentadxs en los vínculos, forzando su aparato psíquico a un punto imposible. En esta primera etapa donde se debería cuidarlos y protegerlos se los está dejando solos”.

¿Cómo se sentirá un abrazo?

“El desamparo, la falta de amor y de alojo, te genera una violencia y un resentimiento que es bestial, te ubica en lugar muy peligro para el psiquismo”, manifiesta Sonia.

“Desde la Psicología pensamos en el círculo de le violencia. Recuerdo que el equipo de Alice Miller (Psicoanalista Europea) realizó en Estados Unidos una investigación con presos homicidas, muy violentos. Se trabajaba con terapia grupal sobre situaciones de violencia que habían sufrido en la infancia”.

“La mayoría, primero negaba esto, ‘Bueno me trataban mal pero hicieron lo que pudieron’”. Después de un cierto tiempo empezaban a contar su verdadera historia, la pesadilla de su infancia, “después de elaborar las cantidad de flagelos a los que habían sobrevivido, que habían atravesado su cuerpo y mente, en forma de los abandonos y los rechazos, abusos y flagelos y logran poner en palabras lo vivido, comienzan a elaborar la pérdida sufrida de su infancia”.

El estudio comprobó que en general los privados de libertad mostraban “arrepentimiento de haber dañado a sus víctimas y se daban cuenta que en realidad habían repetido activamente lo que habían sufrido de niño”.

Es por eso que “queremos que se corte el círculo de la violencia. Mi idea no es romántica, nosotros trabajamos con lo más crudo de la realidad”. Por ello se que se puede cambiar algo, lo vemos cotidianamente en nuestrxs pacientes, cuando tienen espacio para recordar, poner en palabras y elaborar las violencias sufridas, el círculo de la violencia se detiene”.

El surgimiento de #LaVozDeLxsChicxs

A inicios de junio de 2015, los medios de comunicación daban cuenta de la desaparición de una nena de 12 años. Finalmente, el cuerpo de la pequeña fue hallado pasadas las 48 horas en una obra en construcción al lado de su casa.

Este caso fue un punto de partida que a Sonia la “impactó. Qué invisible esta piba! Estaba deprimida y para llegar a esa depresión en la adolescencia te pasó algo muy duro. Es uno de los indicios del maltrato o el abuso. Esa nena venía avisando”, explica la profesional.

En ese momento, Almada estaba concediendo una entrevista radial y por esos días también se estaba dando el fenómeno “Ni Una Menos” y reafirma ante la periodista que “recién ahora como sociedad nos podemos conmover por las mujeres, pero por lxs niñxs no se mueve nadie, o se mueven muy poco. Hay miedo en mirar la violencia hacia la niñez, que siempre es representada con colores y sonrisas. Miles de niñxs sufren y mueren por la violencia. Habría que escuchar la voz de lxs chicxs. Tengo que armar una campaña contra todo tipo de violencia, para hacer escuchar La Voz de lxs Chicxs”.

Y ese fue el segundo exacto en que esta investigadora dio forma a lo que venía trabajando. Al resultado comprobado que las violencias se dan en todos lados y no sólo está íntimamente ligada a la pobreza.

“Mi interés es que se escuche la voz de lxs chicxs que tienen muchas cosas para decir. Cuando vos le das la oportunidad al chico/a cuenta todo lo que le pasa y quiere vivir una vida buena. Quiere buen trato y quiere poder jugar. Los niños/as violentados no pueden jugar, o juegan a escondidas esperando que entre el abusador, el maltratador”.

Qué dice el derecho puro sobre la infancia

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) considera que todxs son sujetos de derecho y reconoce la necesidad que los NNA merecen especial protección. En 1990, Argentina adhirió a la norma al igual que tantos otros países, lo que llevó a convertirla en la más ratificada por los Estados.

En 2005 y con la sanción de la Ley de Protección Integral de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, nuestro país da cumplimiento con las principales líneas de trabajo y los compromisos internacionales en materia de infancia.

Finalmente en 2015 y con la entrada en vigencia del nuevo Código Civil, queda prohibida expresamente el castigo corporal en cualquiera de sus formas y cualquier hecho que menoscabe física o psíquicamente a los NNA. (Unicef)

Aprobación social y práctica extendida

El Comité por los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en la Observación General del año 2006 advierte sobre la persistente aprobación social de los castigos corporales y de otros castigos crueles o degradantes.

En algunos casos se observa que en gran medida los adultos piensan que el maltrato es una forma de educación y castigo normal como forma legítima de corrección y educación.

Un estudio realizado en 2011 y 2012 en base a la Encuesta sobre Condiciones de Vida de Niñez y Adolescencia, mostró que en Argentina sólo el 3.7 % de los adultos responsables encuestados considera que el castigo debe ser físico. El porcentaje restante, no avala ese tipo de prácticas.

Sin embargo, esos datos quedaron sólo en los números y se diferencia de “opiniones” de “realidad”. En dos de cada tres hogares, se utilizan zamarreos, chirlos, cachetadas, golpes, gritos, entre otros. Asimismo, se desprende que el grito como forma disciplinaria se encuentra en el 60% de los hogares. (Unicef)

Tres pasos

El primero es visibilizar y concientizar. El segundo, que se cumplan leyes de Protección de los Derechos del Niño. Además de hacer foco en la protección de lxs más chicxs, los profesionales apuntan a “trabajar con los violentos para recuperarlos de sus propias violencias infantiles y con las víctimas, en su recuperación de lo que han sufrido”.

Un aspecto positivo que rescata Sonia es que “ves cómo los adultos cuando empiezan a recuperarse se convierten en mejores persona. Indefectiblemente empiezan a hacer el bien. Cuando saben la verdad de su vida, deciden hacer el bien, adquieren otro tipo de dignidad”.

“Generar espacios depende de los gobiernos. Es un llamado a políticos y gobiernos a empezar a pensar esto como un gran problema social, un problema de salud pública”.

“Al niño o niña no se lx puede golpear, humillar o meterle miedo porque es petisito ”. Aquí Almada brinda un ejemplo que habitualmente resuena ante un adulto o cuidador, en las paredes del consultorio, cuando relatan como disciplinan a su hijo/a.

-“Es que me saca de quicio”, “ No hace caso”, “ No sé más que hacer con el/ella, entonces le pego, sino no entiende”.

-Sonia les dice, casi como un ritual de iniciación para padres que replican la violencia de su infancia: “si yo digo o hago algo que no te gusta vos ahora te levantarías y me pegarías?”

-La respuesta del familiar no se hace esperar. “Cómo te voy a pegar!”

-Entonces ¿Por qué a tu hijo/a sí le pegas?

Este ejemplo “demuestra el lugar de los niños/as en la familia y por ende en la sociedad. Muchos piensan que se le puede decir cualquier cosa, pegar, abusar, violentar y hasta matar”.

La apertura de la Iglesia

La premisa y la Voz de lxs Chicxs tenía que escalar aún más para que se replique el mensaje. Es por eso que la entrevistada se propuso: “quiero llegar al Papa”. Y así fue, con su agnosticismo a cuestas, que consideró a Francisco como puente para difundir la problemática.

En los últimos párrafos de esta entrevista, la especialista destacó enormemente “la apertura de la Iglesia hacia esta problemática”.

Tal es así que “mandé un mail a la Anunciatura Apostólica Argentina”. Primero obtuvo respuesta del secretario del nuncio monseñor Vincenzo Turturro donde se la convocó a una reunión a “un encuentro fructífero donde pudimos discutir acerca de pobreza, inequidad en Latinoamérica y el Caribe”, entre otros temas.

Finalmente recibió una carta personal del Nuncio Emil P. Tscherrig, avisándole “que el Santo mandatario tiene la carta en sus manos”.

“Que se hayan comprometido diciendo que está en las manos del Santo Padre, la apertura demostrada, en búsqueda de un lugar más sano de conectarse con los otros en lugar de esconderse”, son las acciones concretas que pusieron alegría en todo el equipo de profesionales de Aralma.

“Estamos contentos con el grado de visibilización que está adquiriendo la campaña en todos los sectores de la sociedad y esperamos seguir creciendo año a año en la concientización de las violencias hacia la infancia”.

Para conocer más de la causa #LaVozDeLxsChicxs, los interesados pueden firmar la petición en la plataforma change.org. Ingresar en Facebook: Sonia Almada o en Twitter: @SoniaAlmada