Indemnización para mujeres romaníes esterilizadas ilegalmente en la antigua Checoslovaquia
Tras una larga campaña por la justicia emprendida por las supervivientes, el Senado checo votó días atrás finalmente a favor de indemnizar a miles de mujeres romaníes que fueron esterilizadas ilegalmente por las autoridades primero checoslovacas y luego checas entre 1966 y 2012.
“Miles de mujeres, en su mayoría romaníes, fueron esterilizadas en la antigua Checoslovaquia. A las mujeres se las coaccionaba para que firmaran formularios de consentimiento mientras estaban de parto o recuperándose de una cesárea”.
Esas fueron parte de las declaraciones de Barbora Černušáková, investigadora de Amnistía Internacional sobre la República Checa.
“En muchos casos no les decían a qué estaban dando su consentimiento. Fue una grave violación de sus derechos, incluido el derecho a no sufrir tortura o malos tratos”, agregó.
Elena Gorolová, superviviente de esterilización ilegal que lleva años haciendo campaña por la justicia. Declaró que “el proyecto de ley de indemnización significa mucho para mí después de todos estos años de lucha”.
Agregó que “aunque el gobierno nos pidió disculpas en 2009, eso no basta. Lo que me mantuvo en marcha fueron las compañeras que habían sufrido esterilizaciones y tenían que vivir con ello.”
“No hay dinero que pueda devolvernos la oportunidad de tener más hijos, pero la indemnización es importante para que se haga justicia. Durante todos estos años han pasado muchas cosas. Hemos envejecido, y algunas han muerto, pero yo no hago más que repetirme: no puedes dejarlo estar.”
“La lucha no ha terminado. Ahora, nuestro grupo de voluntarias ayudará a las supervivientes a preparar las pruebas y presentar sus solicitudes de indemnización. No va a ser fácil, pero estas mujeres se lo merecen.”
Discriminación generalizada
Las esterilizaciones ilegales tuvieron lugar en un contexto de discriminación generalizada contra la población romaní, que afectó a todos los aspectos de su vida cotidiana y continúa haciéndolo.
Ya sea desde las escuelas hasta el empleo, pasando por la vivienda, ámbitos en los que esta población sufría habitualmente segregación racial y se veía empujada a los márgenes de la sociedad.
El relator especial de ONU sobre la tortura dejó claro que las esterilizaciones constituían un trato intrusivo e irreversible. Cuando se carece de un propósito terapéutico y se practican sin el consentimiento libre e informado, las esterilizaciones constituyen tortura o malos tratos, prohibidos por el artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
(Fuente: Amnistía Internacional)