La fuerza del trabajo en red “para generar capacidades de incidencia en políticas públicas”

Fundación SES

La fuerza del trabajo en red “para generar capacidades de incidencia en políticas públicas”

Quienes integran la Fundación SES apuestan al trabajo colaborativo y conjunto porque la experiencia les demuestra que las fuerzas potenciadoras surgen de la labor en equipo. Desde su sede en Ciudad de Buenos Aires, demostraron que es posible asociarse con otras organizaciones no sólo de Argentina sino del resto del continente, para elaborar proyectos que puedan sostenerse en el tiempo.

El respeto a las diversidades de cada región o país, cada cultura o idiosincrasia es una meta a cumplir. Los principios básicos que rigen a la entidad son las tres letras de su nombre (SES): la Sostenibilidad y el compromiso con las generaciones futuras; la Educación como motor del desarrollo y la Solidaridad, pilar de la integración social.

Marcela Browne dialogó con Mundos y recordó que “la organización el año que viene cumple 20 años dedicada a juventudes. Trabajamos en temas que tienen que ver con educación, trabajo, formación, intermediación laboral y acercamiento, focalizando en trabajo decente que no necesariamente puede ser empleabilidad, sino economía autogestiva, como concepto amplio de trabajo y protagonismo juvenil”.

Desde 1999 la Fundación ha logrado “un alcance iberoamericano. Trabajamos en prácticamente todo el país, Latinoamérica, el Caribe e Iberoamérica, a través de un modo de implementación de nuestros proyectos: asociándonos con otras organizaciones y siendo parte de redes. No tenemos sede, más que la oficina en Ciudad de Buenos Aires”.

En pos de la promoción de la inclusión juvenil en riesgo, con enfoque en el desarrollo de sus derechos, es que la forma de labor posee al menos dos ventajas fundamentales. “Por un lado la cuestión ideológica que creemos que hay que trabajar con otros, y no sólo con otros pares, sino otros sectores como el Estado, las empresas y los sindicatos. Tenemos una vocación fuerte de articulación intersectorial y de aporte a las políticas públicas, de concepción del trabajo”.

“Por otro lado, el respeto del contexto cultural de cada lugar” como valor principal porque “por más que tuviéramos la capacidad de trabajo o la generáramos, no es muy respetuoso de la cultura de cada lugar hacer una suerte de desembarco y luego emprender la retirada. Suena más a colonialismo que a desarrollo”.

“El asociarnos con otros garantiza que vamos a estar trabajando con el contexto local y generar la sustentabilidad”, es decir que un proyecto perdure en el tiempo de la mano de las organizaciones locales. De ahí el entender que “una experiencia que puede servir en un lugar y que puede ser inspiradora, para otros, que tal vez no va ser tal cual porque cada uno le va a poner su tonada, arruma, color”.

Reiterando el motor principal de SES, Marcela está convencida que “la vocación es que trabajemos asociados con el Estado, más allá del gobierno, y que un proyecto es buenísimo si da buenos resultados para que se transforme en una política pública y que nosotros también podamos acompañar. Esa fuerza nunca la podemos generar solos. La fuerza que tiene una red de organizaciones o una mesa de generar capacidades de incidencia en la política pública para ampliar una idea y transformarla, solos sería imposible. Siempre trabajando con otros”.

La función social de las organizaciones

Para Browne, “hay una confianza (en las organizaciones) siempre porque son las que están dando respuesta. Tiene un rol de participación mas allá de la cuestión compensatoria”. Y en este punto “cada uno tiene que ocupar estos lugares y las organizaciones vamos a acompañar”.

Desde el trabajo diario “también sumamos al sector privado: empresas clásicas, cooperativas y pymes que tienen que asumir su responsabilidad. Las empresas quieren producir y hay una necesidad de lucro y no desconocemos ni lo negamos, pero sí nos parece que tiene que haber un compromiso social con la comunidad de la que forman parte y también ser más cuidadosas. Estamos hablando fuertemente de las transiciones justas vinculadas al mundo del trabajo y que tengan como eje al sujeto, porque sino por un lado se destruye y por el otro se trata de curar las heridas de lo que el sistema va generando”.

Aspira a “poder crear un mundo más humano. En la medida que este se va empobreciendo más, la paz está en juego y no hay dinero que valga. Y esto está asociado a otro tema que forma parte de las recomendaciones (que hizo la Fundación) y que tiene que ver con la justicia fiscal. En este sistema que estamos viviendo, el modo de intercambio es el dinero. Las políticas públicas no tienen otro modo de financiarse que el sistema tributario, por eso hay que fortalecer y tomar conciencia como ciudadanos o como empresas. Si alguien evade sus impuestos, o se va afuera del país o queda en mi propia cuenta bancaria, es dinero que no le llega a los más pobres, es dinero que no va a educación, salud o infraestructura comunitaria. No hay otra manera de financiar el Estado. No es una empresa: se nutre de los impuestos que recauda”.

Los logros

La entrevistada asegura que el aporte de la Fundación en lo que luego fueron políticas públicas incluyen una gran diversidad de temas. Por ejemplo, “la Red por los Derechos a la Educación que casi surge desde su nacimiento asociada a la política educativa, con la necesidad” de apuntar a la inclusión socio-educativa”.

En este punto vale la pena aclarar que la entidad acompaña a 993 organizaciones sociales con el objetivo de implementar la inserción educativa. Además son más de 51 mil personas entre adultos, niños, adolescentes y jóvenes que se encuentran actualmente involucradas en las distintas acciones realizadas con organismos de gobierno, agrupaciones, sindicatos e iniciativas nacionales, regionales y globales que trabajan por el Derecho a la Educación.

En otro orden, pueden sumarse aquellos “programas de formación de niñez con la (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia) SENNAF y fortalecimiento a los centros de cuidado infantil o el empoderamiento a mujeres, que eso luego fueron los cimientos de “Ellas Hacen”.

También desde la Fundación trabajaron en “formación para el mundo de trabajo asociados con el Ministerio de Desarrollo Social. Es una política pública que surge de un Ministerio que estamos implementando en siete localidades”. Aseguran que es necesario “trabajar con el Estado porque entendemos que la responsabilidad mayor siempre es de el, y que las organizaciones tenemos que tener esa capacidad de poder acompañar que no siempre quiere ‘decir que si’ sino llevar recomendaciones”.

En el Grupo de los 20

SES integró el “grupo de trabajo, educación, empleo e inclusión del G20. En el marco del proceso, acabamos de publicar y entregar a la presidencia argentina (que en 2018 es la titular del Grupo), recomendaciones sobre que hay cosas que no se están haciendo como a nosotros nos parece”. Para ello solicitaron “políticas públicas nuevas” dado que a medida que pasan los años es exigencia aggionarlas dado que “los contextos son distintos”.

El/la joven como eje

“Ponemos al joven en el centro”, dijo Marcela. “Al sujeto a la persona, en este caso al joven. Cuando lo acompañamos, también acompañamos al docente y de alguna manera estamos fortaleciéndolo”. Es por eso que “tenemos que preguntarle a los sujetos de derecho qué quieren y qué necesitan” dado que “todos vivimos en un determinando contexto y tenemos que mirar, y ese mirar implica un gesto técnico, un mapeo socio-productivo o socio-cultural porque el joven no es burbuja en el aire”.

Agregó que “tenemos que mirar quién es ese joven y dónde vive. Qué instituciones, marcos normativos y legales” lo contienen. “Qué le gustaría o qué está planificando” contemplando sus “mejores habilidades y qué es lo mejor que puede desplegar”.

Finalmente aseguró que “esta conjugación entre lo que el joven quiere y cuáles son sus potencialidades, trabajamos con habilidades técnicas y socio-emocionales. Qué pueden aprender a conocer y reconocer en sus comunidades y con sus dificultades. No todos somos buenos para todo y no tiene nada de malo. Y reconocer lo que ese medio les ofrece. En ese diálogo se arma un proyecto de vida”.

Para conocer más sobre la Fundación, sus líneas de acción, quiénes son sus alianzas y socios y qué herramientas virtuales brinda podés ingresar a www.fundses.org.ar