Mundo Villa
Vecinos y corresponsales, portavoces de su realidad
“Somos periodistas, vecinos de las villas, jóvenes con vocación social”, ni más ni menos. Así se presentan quienes hacen “Mundo Villa”, un medio de comunicación surgido en 2008 con la necesidad de hablar sobre sus realidades, sus historias y sus vidas.
Buscan transformar sus contextos y provocar una ruptura cultural y social existente hacia los y las que habitan en determinados sectores de la Ciudad de Buenos Aires. Mundos dialogó con el Editor General, Joaquín Ramos, quien le puso voz a una tarea que el año próximo cumplirá una década de vida. Este medio trabaja en catorce villas del Gran Buenos Aires más una en Rosario y otra en Córdoba. Grandes esfuerzos para grandes logros.
“El 2017 nos encuentra fortaleciendo bastante al equipo de los corresponsales de Mundo Villa. Es un multimedio de comunicación por un lado, que tiene un canal de televisión, un periódico, una radio y una web de noticias y por otro lado, los talleres de periodismo que se hacen en las diferentes villas de la ciudad y en provincia empezamos este año”, dijo su responsable. “La idea es fortalecer el trabajo territorial y los talleres son lo más importante que tenemos porque es el corazón de Mundo Villa”.
El contenido
“En los barrios se genera el contenido para los multimedios. De ahí sale todo. Tenemos y fortalecemos a nuestros periodistas que están trabajando hoy por hoy full time. El año pasado pudimos generar vínculos para empezar en Fuerte Apache con un grupo de pibes bárbaros”, agregó Joaquín.
Como Mundo Villa sigue trabajando sin pausa es que “hay una propuesta muy buena con unos amigos nuestros que se acercaron el año pasado, para en 2017, arrancar con un taller de periodismo en Rosario. Eso sería un gran salto porque saldríamos de lo que es el Gran Buenos Aires”.
Los talleres
El periodismo abre puertas inimaginables. Pone presencia y voz a quienes no tienen un espacio de poder para simplemente hablar. Es por eso que los talleres de Mundo Villa son centrales en la práctica.
“Es muy interesante la dinámica que se da en cada uno. Hay algunos que tienen un perfil más radial, otros más audiovisual. En la Villa 31 en el canal, no está el periodismo como opción de trabajo de vida o de vocación, no se fomenta eso, pero hay que convencerlos”.
“Tenemos un grupo de pibes que están hace mucho tiempo, comprometidos en el barrio, que son los impulsores de este proyecto y donde (en cada encuentro) generan debates fabulosos de los temas de actualidad, de cómo contar las cosas y cómo quitar prejuicios que los propios vecinos tienen sobre las villas”.
En todas las capacitaciones “dan clases periodistas conocidos de medios como La Nación y Tiempo Argentino. Una variedad enorme, profesionales súper interesantes y con una línea de pensamiento absolutamente diversa”, detalló.
“Para lograr seguir creciendo y que más jóvenes sean parte de este proyecto buscamos apoyo de empresas, fundaciones y organismos estatales para que sean parte de esta lucha por la igualdad social”, se puede leer en el sitio web sobre este punto fundamental, como son las formaciones.
¿Cómo hablar si no se ve?
Es muy difícil para quienes no lo viven en primera persona, contar qué significa formar parte de la villa. Costó años que los medios tradicionales dejaran de mirarla de reojo y pudieran adentrarse en su cultura. Pudieran despojarse de su ceguera y caminar por las callecitas.
“Ha cambiado muchísimo. Nosotros estamos desde el 2008 y digo que la mirada sobre las villas cambió en forma positiva porque hoy se habla muchísimo más. Uno ve en los medios de comunicación que ya no le tienen tanto miedo. Hay una apertura, hay más películas”, expresó Ramos, con total convencimiento que el surgimiento de Mundo Villa tuvo eje en la necesidad de algo tan simple como hablar sobre lo que les pasa.
Continuó diciendo que “hoy se ve una apertura dentro de lo que son las notas de color, actividades, historias de vida, de lucha, de laburo. Las villas son los barrios obreros de la Capital Federal, la clase laburante, es la clase baja excluida el sistema básico de la ciudad porque no tienen los servicios elementales que tiene cualquier otro ciudadano. Son la fuerza y el motor laboral”.
El vocero fue categórico y concreto. “(Sus vecinos) No se quieren ir donde están. Por eso siempre está el prejuicio que viven de arriba y es todo una falacia porque en la ciudad es más caro ser pobre, porque se les corta la luz cada dos por tres, porque son servicios eléctricos precarios, se le queman los equipos, no hay tono de línea telefónica, usan celulares con tarjeta y sale muchísimo más caro, no tienen red de gas, no hay cloacas, la accesibilidad es precaria y no entra la ambulancia”.
Quedarse en la villa
El sentido de pertenencia de sus vecinos es muy fuerte. No está en ellos el deseo de trasladarse. Allí transcurren sus días, sus alegrías y sus tristezas y pesa sobre ellos la mirada ajena que no comprende de identidades.
Es por eso que las políticas públicas tienen que poner el énfasis y escuchar las voces que proclaman y manifiestan sus ganas de transformar realidades desde donde están parados. Armar y gestionar desde dentro.
“Se generó un fenómeno y yo creo que por primera vez en la Ciudad se habla del tema de la urbanización como uno de los objetivos primordiales de la gestión, cosa que más allá de lo que hagan, es importante que ya lo tengan como objetivo de agenda política”, explicó el entrevistado.
“El playón de Chacarita, la organización de la Villa 31, entre todas estas cuestiones hacen una apertura de la dialéctica con la que se trabaja. Como dicen los curas: las villas tienen mucho que darle a la ciudad y la ciudad que darle a las villas”.
“Cuando hablamos de integración es que sus vecinos puedan incluso tener su título de propiedad y pagar los impuestos, incorporando al sistema de casi 300 mil personas que hoy viven en situación de villa en la ciudad”.
1134
A fines de enero de este año, la versión digital de diario La Nación, publicó datos sobre la cantidad de villas o barrios de emergencia en el conurbano bonaerense. Allí se indicaba que según el Censo de 2001, había 385 asentamientos mientras que en 2016, el gobierno de María Eugenia Vidal confirmaba que ese número se había elevado a 1134 más los 451 ubicados en el interior provincial.
Según aquella nota, algunos especialistas criticaban la comparación de las estadísticas por considerar arbitraria la metodología utilizada y el universo medido. Sin embargo vale destacar que este informe junto a los realizados por la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) y la ONG Techo, es uno de los pocos que marcaron la evolución del tema en los últimos quince años.
Ser voluntario en Mundo Villa
Consultado sobre qué maneras existen para colaborar, Ramos confirmó que “no sólo hay que ser periodista, se puede ser voluntario en los otros niveles y distintas disciplinas dentro del campo del trabajo social que pueden participar”.
Otra de las posibilidades es realizar una transferencia o suscribirse al periódico por sólo $50 mensuales. Para quienes deseen hacerlo, dejamos los datos. Razón Social: SOS Discriminación Internacional Asociación Civil, CUIT: 30-70884751-4 en Banco Provincia Casa Central 1000 – Nº Cuenta: 53903/4 – CBU: 01400007 01100005390344.
Desde aquí recomendamos ingresar a mundovilla.org y conocer mucho más sobre esta tarea mancomunada, repleta de compromiso y responsabilidad, con una mirada íntegra y plena de vocación, que de otra manera sería imposible. Los y las periodistas deberíamos tener un poco de esto: escucha activa para colaborar en transformar realidades, desde adentro.
Por Soledad Bavio