Fundación Bomberos de Argentina
Una misión hacia dentro y fuera de los cuarteles
“Ciudadanos: una chispa podría desarrollar un voraz incendio que reduciría a cenizas nuestras habitaciones de madera. Tenemos necesidad de una Sociedad de Bomberos que en los momentos de peligro salven nuestros bienes y nuestras familias”.
Así podía leerse en el manifiesto dado a conocer por algunos ciudadanos, animados por un alto sentimiento de humanidad, en el barrio porteño de La Boca, en 1884, en el marco de una población marcada por la inmigración y casas de madera y zinc. Finalmente la creación se dio el 2 de junio de aquel año. Así lo confirma el sitio oficial de Bomberos Voluntarios de Argentina.
La Fundación
“Trabajamos desde el compromiso donde la comunidad entienda que son parte fundamental en este circuito de la prevención y reducción del riesgo al que estamos expuestos todos los ciudadanos”.
Las palabras pertenecen a Daniela Vain, Coordinadora General de la Fundación Bomberos de Argentina. El otro pilar fundamental de la entidad que con tres valores: Equidad, Accesibilidad y Calidad, buscan “que comunidad y bomberos trabajen juntos”, con el objetivo de “generar una sociedad más segura”, apostando a la integridad del voluntario y accionando en red con el resto de la comunidad.
Actualmente, el Sistema Nacional de Bomberos está compuesto por 26 Federaciones y 900 Cuarteles de Bomberos, que cuentan con más de 43.000 Voluntarios (36.000 hombres y 7.000 mujeres).
FBA es una organización sin fines de lucro y cuya base de acción social son los programas que lleva adelante para que los bomberos se encuentren en adecuadas condiciones de realizar su labor y para que la comunidad esté preparada en cuestiones relacionadas con salud, prevención y reducción de riesgo de desastres.
“Hay campañas dirigidas a la comunidad para la toma de conciencia sobre el rol de los bomberos en nuestras comunidades, en nuestras ciudades pero también lo que tiene que ver para adentro del sistema, para nuestros bomberos, para que mejore su calidad de vida, su trabajo cotidiano, lo que realizan día a día”, explica Vain, sobre el doble desafío que enfrenta la entidad.
“En esa línea tenemos campañas como Bomberos Contra el Cáncer. A través del símbolo del casco buscamos unir distintas cuestiones: por un lado, la salud del bombero y autoprotección” y por otro lado “lo que tiene que ver con la comunidad, los bomberos se convirtieron en agentes de difusión de una causa, nos ayudan a instalar el tema de la prevención y detección temprana del cáncer de mama y de todos los cánceres en general y también sumar a causas a otras fundaciones que pujan y trabajan para mejorar esto”.
La segunda campaña que es desarrollada por estos tiempos se denomina, Aburramos al Bombero. Son talleres brindados en escuelas con alumnos de 8 a 12 años de distintas partes del país. A través de juegos, los chicos aprenden consejos para evitar situaciones de riesgo y emergencias en la escuela, su hogar o el medio ambiente.
En las escuelas primarias “damos charlas y trabajamos en esta línea sobre que podés hacer vos como parte de esta sociedad. Cómo podés sumar para que estas situaciones sean mejores, cuáles son los riesgos en la escuela, el hogar o al aire libre”.
“Trabajamos desde el compromiso donde la comunidad entienda que (los bomberos) son parte fundamental en este circuito de la prevención y reducción del riesgo al que estamos expuestos todos los ciudadanos”.
Respecto de algunos programas de género que lleva adelante FBA “trabajan por la igualdad para adentro del Sistema Nacional de Bomberos, para que varones y mujeres puedan desarrollar las mismas tareas en cuanto a su compromiso y trabajo cotidiano y en cuestiones de reducir la violencia de género”.
La tarea diaria
“Es un trabajo enorme porque tenemos un desafío inmenso. El Sistema tiene 43 mil bomberos que atienden a los más de 40 millones que somos como sociedad. Nuestro trabajo es interminable.”
“Tenemos que afrontar viendo cuáles son las necesidades de nuestra comunidad, conocer necesidades o causas. Abriendo el espectro de cómo implementar o buscar aquellas herramientas. El trabajo es enorme, pero con pasión inmensa. No descansa nunca”.
Con el Tercer Sector
“Una línea de trabajo que tenemos es sumar a otras causas y esperar que los demás sumen a la nuestra. Somos de aliarnos mucho y establecer alianzas con distintas organizaciones. Buscamos reforzar las redes que se establecen entre distintas entidades. Consideramos que es como un punto de partida enorme. No se trata de competencia de una con otras sino de hacer cada vez más grandes y visibles las causas que tenemos todos”, explicó.
Salud en los cuarteles
Uno de los dos ejes sobre los que trabaja la Fundación es la mirada hacia dentro de Bomberos. “Empezamos hace muchos años con un programa que se llama Bombero Sano. Allí “elaboramos guías y materiales que tiene que ver con buenos hábitos y prevención de ciertas enfermedades directas con la labor”.
En aquellos textos figuran “recomendaciones y cuidados de alimentación”. En este punto refuerza la idea de la importancia del tema. “Es difícil porque (el bombero) tiene una vida muy ocupada. Es una persona que está en su trabajo normal y luego cumple con su tarea voluntaria de muchas otras horas para completar su turno o guardia. Tiene una vida cotidiana muy alborotada y entonces eso hace que su forma de alimentación sea más difícil de mantener con una rutina super aplicada”.
Por eso desde la FBA apuestan a “ver cómo podemos orientarlos y asesorarlos para que se alimenten de manera adecuada”.
La detección
La Fundación y la Universidad Nacional de Avellaneda trabaja en un proyecto conjunto “en la zona sur, Regional I de Bomberos, en varios cuarteles para la detección de factores de riesgo cardiovascular”.
Es allí donde “tomar presión, perímetro de cintura, establecer postas de actividad física y ver cuál es el estado del bombero para poder armar acciones puntuales a sus necesidades”, son las principales tareas a cumplir.
Finalmente y de acuerdo al diagnóstico que van obteniendo por estos días observan que “hay factores que se repiten en cuestiones de alimentación”. Uno de ellos son “el sedentarismo y la presión arterial. Estamos armando unas guías para inculcarles el control periódico que creemos que es la clave en todo esto”.
Esbozamos una explicación lógica de por qué surgen aquellos inconvenientes en la salud. “Se enfrentan a situaciones de mucho stress y descarga física y su cuerpo es su instrumento de trabajo y eso hace que tenga una mayor exposición al riesgo”.
“Desde ese lugar relevamos esa información y hacemos una devolución generalizada con propuestas de acción para que puedan implementar en sus propios cuarteles: rutinas de actividad física, caminatas, planes de alimentación y abrirles puertas para que puedan hacer sus consultas médicas con especialistas”.
Consultada la profesional sobre si todos aceptan los consejos o hay cierta resistencia explicó que “ellos son muy heroicos y les cuesta aceptar que tienen un lado vulnerable, aceptar eso, es aceptar que son débiles y les pueden pasar cosas. Hay cierta reticencia, un poquito, pero van abriendo las puertas y los oídos”.
“Un superhéroe pero de carne y hueso”
La conexión y el vínculo que se genera entre los voluntarios y los niños, es algo que se vivencia ante cada oportunidad que ambas partes de junten. “Los aman. Se genera una cosa muy linda”.
“Con los chicos pasan algo casi mágico. Ven al bombero como una especie de superhéroe pero de carne y hueso que está cerca de su barrio y que es el papá de su compañero, el tío o el primo y que si ellos quisieran pueden estar mañana siendo parte de ese lugar. Una forma de devolver a la sociedad y ser parte de ese mundo”.
En este párrafo, Vain agrega que “es la entidad que mejor imagen tiene a nivel mundial, mejor que la policía, maestros u otros grupos de trabajadores”, incluso en Argentina.
Los fondos
Uno de los puntos fundamentales en las instituciones intermedias son las acciones de recaudación de fondos, lo que recobra aún más importante cuando en FBA “no tenemos ningún tipo de subsidio” aunque obviamente “hay muchas formas de ayudar”.
La primera forma pueden ser las capacitaciones en por ejemplo, “prevención del fuego o manejo de materiales peligrosos, en empresas o el hogar”. Es decir, la Fundación “está a disposición de empresas u organizaciones que nos contratan para dar capacitaciones”.
Pero lo positivo es que se genera un circuito positivo. “Toda aquella inversión, se reinvierte en acción social para que vuelva a la sociedad”.
La segunda forma es “adquirir el Casco Rosa que está disponible para que cualquier persona pueda comprarlo. Es un casco simbólico que trae un montón de información”.
La tercera y última es a través de una “donación mensualizada o por única vez”.
El proyecto a futuro evalúa la creación de un sistema de voluntariado, para todo aquel que quiera sumarse en actividades puntuales. En los cuarteles “se necesitan personas de otras profesiones, de otros saberes, que tengan tiempo libre y pueden colaborar con otras cosas”.
Para quienes deseen apoyar la tarea, existen múltiples maneras. Pueden ingresar a www.fundacionbomberos.org.ar. “Que nos visiten y ayuden a compartir en redes sociales”, concluye la entrevistada.
