Ayudar a quien Ayuda
Amor y dignidad para “los sin recursos de Madrid”
La cadena solidaria no tiene principio ni fin. Pero funciona. No conocemos donde empieza ni donde termina, pero sabemos que todos los eslabones aportan “amor y dignidad”.
Ayudar a quien Ayuda (Aaqua) es parte fundamental en este trabajo. Sus integrantes se autodefinen como “una Asociación formada por un grupo de voluntarios conscientes que muchas personas y familias están necesitadas ‘de cualquier ayuda’”.
La entidad recepciona alimentos y productos básicos, que son clasificados, contabilizados y entregados a todos los centros de ayuda social que colaboran con familias enteras, que no logran cubrir o procurarse sus raciones básicas de comida por sus propios medios.
En los Centros y Comedores Sociales de los alrededores de Madrid, la demanda de auxilio no cesa. Las largas colas en su exterior dan cuenta que la necesidad no tiene fin. Personas que están en la marginalidad, en la pobreza extrema y las que pertenecían al sistema socio-económico español pero que se quedaron sin trabajo, asisten a estos espacios.
“Su importancia es vital para la sociedad porque cubren un campo importantísimo. Unos son de Cáritas (la organización que la Iglesia Española tiene en el país para el auxilio al necesitado), otros de parroquias, laicos, del Estado o privados”, afirman José de Juan y Berta Pedemonte, ambos coordinadores generales de Aaqua.
Todos “existen hace muchísimos años y surgen ante la necesidad de dar de comer a miles de personas y familias que no tienen medios”.
“Con el tiempo han ido surgiendo más pero, por ejemplo, los dependientes de muchas órdenes de hermanas religiosas, existen hace mas de 50 años” aunque la realidad nos deposita nuevamente en el inicio. “Ahora hay más gente a la que atender”.
Actualmente, Aaqua colabora con 68 Centros y el balance de 2015 confirma que “recogimos una cantidad aproximada de 126 toneladas de alimentos.
El sistema de trabajo es similar a los Bancos de Alimentos distribuidos en todo el mundo. En España “es el órgano estatal, que repartió más de 125 millones de kilos y nosotros lo que hacemos es complementar su labor a muchos sitios donde ellos no llegan”.
Quienes asisten a diario a los refugios o albergues, deben atravesar “un control rigurosísimo” ya que aquellos “cuentan con trabajadores sociales que saben perfectamente las necesidades de cada persona”. Cada una recibe una “visita y se hace una ficha”. Todo rige bajo un “control absoluto y la necesidad máxima”.
La realidad, en 2016
Las fotografías que nos llegan de este lado del océano nos muestran aquellas largas colas de personas esperando “para comer, cenar, desayunar o recibir una bolsa de comida” aunque felizmente “no es la tónica habitual del país. Está más centrado en las grandes ciudades y en las zonas de los Centros y en horas puntuales”.
Según el último informe (publicado por diario El País) de la Fundación de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (FOESSA), vinculada a Cáritas, titulado “La transmisión intergeneracional de la pobreza: factores, procesos y propuestas para la intervención”, sentencia que “8 de cada 10 personas que vivieron graves dificultades económicas en su infancia y adolescencia las están reviviendo como adultos”.
El estudio presentado a principios de abril revela que “existe una fuerte asociación entre las condiciones de vida de padres e hijos. En los centros de servicios sociales se están atendiendo a los nietos de aquellos que acompañaron hace 30 años”.
La fundación identifica varios factores estructurales que producen la “transmisión de la pobreza”. Son fundamentalmente el nivel de estudios, la situación laboral y la renta.
Comparado con la media de la Unión Europea, España invierte muy poco en familia e infancia. “La parte del PIB que se destina a la infancia y la familia en España es el 1,3%, frente al 2,2% de media de la UE-27. El gasto en infancia y familia representa el 5,3% del total de gasto en protección social, mientras que en la UE el gasto en infancia y familia supone el 7,5%.
El informe constata también cómo el sistema español de impuestos y prestaciones ha sido y es uno de los menos efectivos en la redistribución de las rentas familiares de toda la UE; entre otros motivos, por la práctica inexistencia de prestaciones de carácter familiar.
“La crisis ha dejado huella en miles y miles de personas que cambie o no cambie el gobierno es imposible que salgan de la pobreza así que seguiremos igual o parecido y teniendo que actuar” finalizan los entrevistados.
Para más información puedes ingresar a blogdeaaqua.wordpress.com y conocer las formas de ayudar